lunes, 29 de junio de 2015

Diario de Aprendizaje PDP 14

TODAS MIS FACETAS DE PROFESORA


Pues sí, ya soy una profe experiencial, pero ¿qué significa esto?


Cada día estoy más convencida de que cuando aprendemos más es cuando tenemos que realizar alguna actividad. La práctica nos lleva a buscar más información sobre lo que estamos haciendo, porque necesitamos conocer para mejorar. Con los niños ocurre igual. A los profes nos corresponde el crear situaciones en los que los alumnos sientan la necesidad de comunicarse, la necesidad de léxico, es decir, actividades significativas. Activar las emociones de los niños, proporcionarles un contexto en el que puedan investigar y activar conocimientos, lleva casi inevitablemente al aprendizaje. 


El uso de las imágenes en clase, sobre todo en los niveles más bajos y, especialmente, cuando trabajamos con niños se hace imprescindible. Las imágenes no sirven solo para fijar léxico, sino que también nos sirven para jugar, redactar, sorprender, activar conocimientos. El uso de vídeos (no hace falta que se trate de vídeos hablados, pueden ser imágenes con música, flashes de imágenes, etc.). Las imágenes activan la imaginación de adultos y niños y a través de la imaginación podemos hacer que nuestros alumnos sean mucho más creativos, en español también.


Ahora que me he convertido en una motivadora nata ;) me doy cuenta de que uno de los aspectos que más nos preocupa a los profesores es que nuestros alumnos estén motivados. La propuesta de actividades significativas no es más que buscar tareas que motiven a nuestros alumnos, ya que cuando estas son significativas también están más cerca de su realidad y sus intereses. Por otra parte, no debemos olvidar el aspecto afectivo en clase. Este tipo de actividades y la actitud del profesor en el aula son vitales para la motivación.

Citando el artículo de Arnold y Fonseca-Mora del Módulo 3:

El aprendizaje ocurre mejor si consideramos al alumno holísticamente: los aspectos cognitivos, afectivos y físicos. Es importante identificar las áreas de dificultad para el alumnado y minimizar la ansiedad proponiendo un aprendizaje más personalizado. Se deben proporcionar oportunidades para el logro y potenciar así la confianza de los alumnos. El significado personal hace que el alumnado se involucre y ayuda a desarrollar un aprendizaje más duradero. Se puede estimular la motivación del alumnado por aprender español con tareas que resulten interesantes o llamativas, llevar la curiosidad al aula y también con el ambiente que consigamos crear en la clase avivando el sentimiento de pertenencia.                                                                                

Mi faceta de culturizadora la tengo bastante desarrollada. Está claro (o por lo menos para mí) que la cultura se convierte en una parte indisociable de la lengua. La cultura no se limita a la enseñanza de aspectos intelectualmente elevados como pueden ser el arte, la literatura o la historia, por ejemplo, sino que se extiende a "saberes y comportamientos socioculturales", como lo presenta el Plan Curricular del Instituto Cervantes. Esto está, evidentemente, en consonancia con lo que dice el artículo de José Manuel Foncubierta en el Módulo 4 del curso:
El estudiante de español como lengua extranjera no sólo habrá de adquirir un conocimiento lingüístico, sino además un conocimiento cultural que le sirva para vivir, sobrevivir, adaptarse y comprender mejor las manifestaciones lingüístico-comunicativas de la sociedad o las sociedades portadoras de la lengua que está estudiando.
El profesor debe ser consciente de ello y tener una idea muy clara de todo lo referente a la interculturalidad. Saber que existen una serie de valores implícitos en la cultura meta que no son valores universales y que, por tanto, nuestros alumnos puede que no compartan se convierte en algo que va a vertebrar nuestras clases. Algunos de estos valores se desprenden de las preguntas que plantea Baralo (2003): la estructura familiar, relaciones entre hombres y mujeres, la percepción del tiempo, las importancia de las tradiciones, el plurilingüismo o el monolingüismo, la distribución y la difusión de la información, quién tiene el poder, cómo se relacionan con las demás culturas.

Como profesores no debemos olvidar que de lo que se trata es de fomentar la intercultura, de integrar la cultura meta sin renunciar a la cultura propia. A mi entender, el profesor debe trabajar estos aspectos de forma explícita para que los estudiantes sean conscientes de ello. El MCER remarca especialmente las características plurilingües y pluriculturales de las sociedades europeas, características con un valor importante que debemos respetar en nuestros estudiantes y que nuestros estudiantes deben aprender a respetar.


Este módulo 5 se centra en la gamificación y el flipped learning. Estos dos conceptos introducidos en la clase parecen algo nuevo porque se les ha otorgado etiquetas nuevas, pero, a mi entender, no dejan de ser conceptos bastante antiguos actualizados.

En primer lugar, la gamificación no deja de ser de alguna forma la introducción de los aspectos lúdicos en clase. Introducir elementos propios del juego en la enseñanza-aprendizaje favorece la motivación del alumnado. Hablamos de elementos como el otorgar badges o insignias, establecer un límite de tiempo, puntaciones, dados, etc. La gamificacion puede ser digital o analógica, lo que sí es imprescindible es conservar el espíritu del juego con la competición, los retos, etc.

En cuanto al flipped learning, también le veo sus raíces en algo que se ha venido haciendo desde hace tiempo en ciertas aulas. Sin embargo, en este caso lo que me parece más innovador es la pérdida de protagonismo que sufre el profesor. El trabajo autónomo de los alumnos en casa se presenta como algo inevitable para esta metodología y el proceso debe llevarse a cabo después de una negociación entre alumnos, profesores y el mismo centro. El aula se convierte en un punto para compartir y crear conocimiento y expresar y  discutir dudas. 



Experimentar, imaginar, motivar, culturizar, ludificar... ¡importantísimo! Pero no olvidemos lo importante que es la enseñanza de la gramática de forma explícita. La atención a la forma ayuda a los estudiantes a abrir los ojos de los estudiantes ante al aprendizaje de la gramática, a que aprendan más deprisa y a que puedan identificar errores más fácilmente. Sin embargo, la gramática que hay que enseñar tiene que ser una gramática funcional, que se integre dentro de las necesidades de los estudiantes y que, en ella, se resalte el uso de la lengua. La gramática tiene que conllevar una parte importante de pragmática para que los estudiantes consigan usar la lengua con éxito, especialmente en su vertiente social.



Ser profesora-facilitadora me gusta. Crear sentido de comunidad, proporcionar a los estudiantes herramientas y estrategias que les ayuden a aprender mejor y ayudarlos a ser más conscientes de su propio aprendizaje. El estudiante, poco a poco, se va dando cuenta de que él es y debe ser el centro y, así, el profesor puede ir soltando las riendas. No debe darnos miedo dar este paso, este es un paso que nos hará crecer.